Y fue luego de varias relaciones de pareja en las que no se cristalizaba el tan socialmente anhelado matrimonio, simultáneamente con un período de introspección, autoconocimiento y reinvención, donde descubrí la respuesta que me llevaría a reconciliarme conmigo y aceptar la etapa que me daría la felicidad plena: la soltería por elección. ¿Es para toda la vida? No lo sé. Pero mientras la transito decidí vivirla en armonía.

Es por eso que decidí convertir este camino en mi propósito de vida y ayudar a otras mujeres. 

Trabajo con mujeres solteras que piensan que toda su valía está detrás de un estado civil, no saben porque atraen siempre el mismo tipo de pareja, se incomodan ante los comentarios imprudentes de su entorno sobre su soltería, experimentan miedo a la soledad, depresión, se comparan constantemente, sienten baja autoestima, falta de merecimiento, de propósito, retos de salud y miedo económico.  

Las ayudo a convertir su soltería en sabiduría, a sanar sus heridas desde el amor y la gratitud, gestionar apegos, responder asertivamente los comentarios imprudentes y sentirse socialmente cómodas.  Gracias a mi método Soltería Feliz ellas se reconectan con su esencia y ven ese periodo de tiempo como la mayor bendición porque rediseñan su vida como mujer, aprenden a manifestar sus sueños, disfrutan el desplegar sus alas gracias a que dan inicio a vivir su propósito de vida, elevando su amor propio, su merecimiento y aprendiendo a prepararse desde la plenitud para su siguiente relación sentimental, si así lo deciden.